El almidón de maíz es un polvo fino y blanco para cocinar y hornear derivado de los granos de maíz. Se obtiene separando el almidón del contenido de fibra, proteína y aceite de los granos de maíz mediante un proceso de limpieza, lavado y trituración.
Se utiliza en numerosas preparaciones cocidas, como salsas, cremas, sopas, papillas y compotas, con la función de espesarlas. Además, es ingrediente de postres y masas que, sin modificar el sabor original de la preparación, le otorga una textura y consistencia lisa y suave. Se utiliza también para rebozar carnes, pollo y pescados, entre muchas otras preparaciones caseras.
En la cocina de dietas especiales, como dietas sin gluten, es un ingrediente esencial. Resulta de mucha utilidad a la hora de elaborar harinas y productos aptos para personas que tienen diagnóstico de enfermedad celíaca, sensibilidad al gluten no celíaco o alergia al trigo.