Las semillas de mijo son una excelente fuente de nutrición, ya que proporcionan la mayoría de los nutrientes necesarios para una dieta equilibrada. En las regiones pobres del mundo, el mijo es un alimento básico que aporta energía y previene deficiencias nutricionales.
El contenido de proteínas y carbohidratos del mijo es similar al del amaranto. También es una buena fuente de minerales, principalmente cobre, esencial para la producción y transporte de glóbulos rojos; manganeso, crucial para la absorción de calcio y una adecuada coagulación de la sangre; y magnesio, necesario para huesos fuertes, funciones metabólicas adecuadas y para prevenir afecciones de salud comunes, como migrañas, diabetes, hiperlipidemia, asma, síndrome pre-menstrual, pre eclampsia y arritmias cardíacas.