La avena es uno de los cereales más consumidos en todo el mundo. Sabrosa y versátil, es un auténtico tesoro nutricional: rica en proteínas, vitaminas, minerales, ayuda a regular el colesterol y a prevenir los altibajos de glucosa.
En Europa, la avena tiene muchos adeptos. Los más entusiastas quizás son los escoceses, no en vano su plato nacional es el porridge. De hecho fueron los escoceses quienes, cuando emigraron a los Estados Unidos en el siglo XVII, se lo llevaron con ellos y desde entonces la avena también forma parte de la alimentación de los estadounidenses.
Incluir la avena en la dieta es fácil: en el desayuno, en forma de copos o en forma de salvado, y combinarla con leche o yogur, o incorporarla en sopas, guisos o ensaladas. Su aporte de proteínas es el más alto entre los cereales, as que, si la mezclas con legumbres, obtendrás proteínas completas. Su alto contenido en fibra nos hace sentir saciados más tiempo y su composición nos brinda buenas dosis de energía. A pesar de ser muy saludable, si se padece la enfermedad de Crohn, colitis o trastornos similares es mejor evitarla.
Avena
Valor nutricional (por 100 gramos)
– Calorías 350
– Proteínas 11,7 g
– Grasas 7,1
– Hidratos de carbono 59,8 g
– Fibra 5,6
– Hierro 5,8 mg
– Calcio 79,6 mg